¿La infertilidad tiene un manejo nutricional?
La
infertilidad es considerada como la incapacidad de concebir un hijo
naturalmente después de un año de intentarlo, dentro de una sexualidad
activa. Si bien las razones por las cuales se puede producir esta
circunstancia, son muchas y muy variadas, se estima que el 35 % de las veces es por razones relacionadas con el hombre, el 55 % con la mujer y el 10 % restante a causas inclasificables.
La
nutrición es reconocida como uno de los principales factores
ambientales que afectan a la capacidad reproductiva. Las mujeres con
bajo peso pueden tener trastornos menstruales y consecuentemente
alteraciones de la ovulación que dificulta la consecución de un
embarazo. Por otro lado, la obesidad y el sobrepeso alteran la capacidad
reproductiva de las mujeres. Es evidente que el tejido graso (adiposo)
juega un papel importante en el metabolismo de las hormonas sexuales y
la obesidad en las mujeres parece afectar a la capacidad reproductiva.
La probabilidad de embarazo espontáneo disminuye de forma lineal a
medida que aumenta el Índice de Masa Corporal (forma de medir si existe
exceso de peso corporal).
Por
todo esto, nuestra recomendación respecto a la alimentación para una
mujer que se está planteando un tratamiento de fertilidad sería,
intentar normalizar el peso corporal antes y durante el tratamiento de
fertilidad con una dieta que aportara la cantidad de kilocalorías
adecuadas al peso corporal de la mujer, asegurando el aporte mínimo
necesario de todos los nutrientes (cualitativamente adecuada y
equilibrada), para lo cual requiere un especialista en nutrición. Te
invitamos a contactarnos!
En casos de infertilidad - luego de ir a un especialista - se
pueden tomar algunas previsiones y mejorar el estilo de vida. Tanto
hombres como mujeres deben comenzar por intentar subir sus niveles de
vitamina E, el germen de trigo la tiene en altas cantidades.
Es conveniente realizar una dieta de depuración con
la intención de eliminar las toxinas en el organismo. En este caso, se
recomienda beber muchos jugos y batidos preferiblemente cítricos y agua.
Existen algunos trastornos hormonales que
están relacionados con la infertilidad entre ellos la resistencia a la
insulina y el hipotiroidismo, los cuales tienen un manejo dietoterapéutico que te pueden ayudar a corregirlo, si es tu caso, como lo dijimos anteriormente, te sugerimos que nos contactes.
Por
otra parte, y en relación con la infertilidad masculina, es
recomendable para los hombres consumir zanahoria y jengibre a menudo.
Sobre todo si sufren de oligospermia (bajo conteo de espermatozoides). El ácido fólico y la Carnitina también puede mejorar este aspecto.
El ácido fólico está presente en vegetales de hojas verdes, frutos secos,… A pesar de una dieta completa, se recomienda que ambos (hombre y mujer) tomen 5 mg/dia como mínimo un mes antes de la concepción.
El yodo es otro mineral fundamental por
lo que además de asegurar el consumo de sal yodada y fomentar el
consumo de pescado de origen marino, se recomienda un suplemento en
torno a 200 microgramos diarios como mínimo un mes antes de la
concepción y mantenerlo durante todo el embarazo y la lactancia.
Respecto
al Hierro, dada la gran frecuencia del déficit del mismo en las mujeres
en edad fértil, se recomienda analizar las reservas de la mujer que
desea un embarazo y suplementarlo si es necesario.
Otras medidas nutricionales que Ud. podría intentar sin riesgo, sería restringir el alcohol y el cigarro. Los
fumadores están expuestos al cadmio que contiene el papel del cigarro, y
el cadmio es antagonista del zinc; esto puede entonces provocar una
deficiencia del mismo. La bioquímica nos ha enseñado que el cadmio
interfiere con la absorción y la utilización del zinc. No hay que
olvidar que el cadmio también existe como un veneno industrial o como un
contaminante. Al impedir la absorción y la utilización del zinc, el
cadmio provoca disminución en los niveles de zinc en los testículos y es
cuando se convierte en un factor importante en la infertilidad
masculina.
El
zinc es necesario para la formación del esperma activo y las
secreciones de la próstata. También las secreciones vaginales son altas
en el contenido de zinc. En la formación final del esperma activo, el
zinc es firmemente enlazado dentro de la queratina de la cola del espermatozide.
Esta queratina es parecida a la capa de queratina de la piel, la cual
contiene y necesita zinc para una formación adecuada. El zinc en ambos
casos está firmemente unido desde el punto de vista químico al azufre
reducido en forma de grupos sulfihidrilos (por lo que el consumo de huevo es favorable). Esta queratina en el espermatozoide tiene importancia para la movilidad activa.
El
contenido normal mineral del esperma es el siguiente: zinc 20 mg por
ciento, cobre 0.05 mg por ciento, sodio 281 mg por ciento (por eso sabe
salado), calcio 25 mg por ciento, potasio 89 mg por ciento, magnesio 14
mg por ciento y azufre 3 por ciento de la ceniza.
La medicina ortomolecular, descubierta por el premio nóbel, el Dr. Linus
Pauling, nos ha confirmado durante todos estos años que la deficiencia
de zinc está relacionada con niveles disminuidos de testosterona, bajos
conteos de espermatozoides y una movilidad pobre de los mismos. Varios
estudios usando suplementos de zinc en hombres infértiles han mostrado
una mejoría en la producción del esperma.
Pero
atención, el uso a largo plazo del zinc puede interferir con la
absorción y la utilización del cobre y se sospecha que su deficiencia
puede ser un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares. Por
eso es muy importante no ingerir, sin supervisión médica más de 150 mg
de zinc al día. Se sabe que una dosis de 300 mg o más puede alterar la
función del sistema inmunológico.
Otro de los nutrientes que puede ayudar a mejorar la fertilidad masculina es la L-arginina. La deficiencia de este aminoácido puede causar una movilidad y un conteo de espermatozoides disminuidos. No queda claro si
la administración oral de complementos de la L-arginina es útil cuando
no hay deficiencia. La dosis promedio diaria es de 2 a 4 gramos. En caso
de que el paciente sufra de problemas renales o hepáticos, es
indispensable que la arginina se tome solamente bajo la supervisión de
un médico.
La vitamina C, en forma de ascorbato
de calcio, en dosis altas, también ha sido usada con éxito para
prevenir la aglutinación de los espermatozoides y mejorar la calidad de
los mismos. Debido a que la vitamina C actúa como un antioxidante, puede
prevenir el daño en los espermatozoides dentro del cuerpo.