El Árnica es un género que contiene alrededor de 30 especies de plantas herbáceas perennes que pertenecen a la familia de las asteráceas. El nombre del género Árnica proviene del latín y significa "piel de cordero" ("arna" = cordero) refiriéndose a la particular textura hirsuta de sus hojas. Son hojas suaves y peludas.
Características del Árnica.
Las plantas de la especie Árnica (como ya hemos dicho), tienen hojas velludas y opuestas con formas muy variadas. Cuándo se pulverizan, son esturnotorias. Sus tallos desarrollan flores de color amarillo o naranja levemente aromáticas. Generalmente crece en zonas templadas de montaña. Las Árnicas no toleran los suelos calizos, por lo cual es inexistente en muchas partes de España, Italia y Grecia.
Sus especies están protegidas en muchos países europeos por su escasez debida a sus altos requerimientos ecológicos y por ser una especie estar además en vías de extinción debido a la recolección furtiva para su comercialización.
Propiedades del Árnica.
El árnica (sobre todo la variedad Árnica Montana, que la que más se utiliza en medicina) es una planta con propiedades analgésicas y antiinflamatorias con un alto poder rubefaciente es decir, reactiva la circulación sanguínea en las áreas en que se aplica.
Los compuestos del Árnica no pueden ser ingeridos, debido a su toxicidad, salvo en concentraciones ínfimas, como es en el caso de la homeopatía, técnica terapéutica que utiliza ampliamente el árnica como ingrediente.
Hay varias especies de Árnica, como Árnica Montana y Árnica chamissonis que contienen helenalina, una lactona que es un ingrediente esencial en preparados antiinflamatorios utilizados su mayoría contra las contusiones y magulladuras.
El uso medicinal del Árnica para estimular el sistema nervioso y el cerebro, no se ha fundamentado científicamente, pero sí el uso como antiinflamatorio y activador de la circulación de los vasos periféricos. En medios rurales se aplica directamente sobre golpes torceduras y hematomas una mezcla hecha con flores procesadas mediante maceración en aceite de oliva.
Dada la toxicidad de la flor del Árnica, la recolección se lleva a cabo después de la floración, pues conviene conservar sólo las hojas.
La variedad Árnica montana se ha utilizado medicinalmente durante siglos, no obstante, no existen estudios científicos que demuestren su eficacia médica, pues no se han hecho.
Las raíces del Árnica contienen derivados del timol, utilizado como fungicida y conservante. Actualmente se utiliza en la elaboración y preparación de linimentos y pomadas para torceduras, esguinces y contusiones.
Los derivados del timol concentrados en las raíces de las plantas han sido probados clínicamente como vasodilatadores altamente efectivos de los capilares sanguíneos subcutáneos.
El Árnica y el uso externo.
El Árnica Montana tiene propiedades rubefacientes, antiinflamatorias y analgésicas que son aprovechadas con las siguientes finalidades:
- Golpes o contusiones, pues su uso previene la aparición de hematomas, chichones y disminuye el dolor.
- Para uso capilar ya que reactiva la circulación y ayuda en procesos de caída del cabello.
- Congelaciones. Si se han producido ampollas (no abiertas), la crema de árnica es antiinflamatoria y antibacteriana y reduce la sensación de dolor.
- Desgarros o distensiones y dolores musculares.
- Piernas cansadas y piernas varicosas
- Moretones en los ojos.
- Esguinces y luxaciones.
- Artritis reumatoide.
- Estrías del embarazo.
- Ulceras no abiertas, eccemas de le piel y acné.
- Elaboración de champús natural.
- En enjuagues bucales para curar las llagas en la boca, problemas periodontales, etc.
- Mediante gargarismos para eliminar bacterias que afectan a la zona bucofaríngea
- Lavados de la zona genital en caso de picor vaginal.
El Árnica y el uso interno.
- En homeopatía se utiliza para combatir la epilepsia y para el mareo en viajes marinos.
- En medicina interna para aumentar el caudal de sangre por las arterias coronarias después de que alguna persona haya sufrido una angina de pecho (bajo observación médica).
El Árnica y otros usos.
- Al Árnica Montana se le llama también “Tabaco de montaña y se debe al hecho que los montañeses fumaban sus hojas secas para tratar problemas respiratorios, especialmente la bronquitis y la tos, aunque este uso muchas veces irritaba sus mucosas.