lunes, noviembre 05, 2012

ALERGIAS E INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS



ALERGIAS E  INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS


Existen evidencias de manifestaciones alérgicas que se remontan a la época de los faraones, encontrándose descripciones en los papiros egipcios de reacciones severas a picadas de abejas. (Adkinson et al, 1988).

Un alto porcentaje de la población en países no industrializados se alimentan de forma inadecuada, generando diferentes grados de desnutrición, hecho que se complica particularmente en Venezuela por la elevada prevalencia de enfermedades alérgica 43 % (Massicot et al, 1984) y por ende una absorción limitada de macromoléculas alimentaria cuando los pacientes presentan hipersensibilidad a los alimentos. La prevalencia actual de reacciones adversas por alimentos en nuestro país se desconoce, siendo para otras latitudes como Estados Unidos de América un 25 % en niños menores de 4 años y reaccionando solo un tercio de estos pacientes a la PPDC para los alimentos problemas. Se ha demostrado que de un 2 a 3 % de la población pediátrica presenta hipersensibilidad alimentaria, aunque cierto grupo, como los que presentan dermatitis atópica expresan leve frecuencia aun más elevada (Burks et al, 1988) ceca del 8%.

A veces se interpreta mal una reacción adversa a los alimentos, una intolerancia y la misma alergia; para facilitar los estudios en esta área la Academia Europea de Alergias e Inmunología junto con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Norteamérica proponen una publicación con el propósito  de estandarizar la nomenclatura.

Sensibilidad alimentaria: son aquellas reacciones que se suceden como respuesta del organismo, después de haber ingerido un alimento o un aditivo del alimento.

Intolerancia a los Alimentos: es una reacción adversa que se sucede como consecuencia de una variedad de mecanismos no inmunológicos que incluyen: contaminación por tóxinas secretadas por salmoneras (por ejemplo en el huevo y el pollo); propiedades farmacológicas de los alimentos, por ejemplo cafeína en café; y  deficiencia de enzimas o trastornos metabólicos, por ejemplo deficiencia de lactosa (leche y derivados).

Hipersensibilidad a los alimentos o Alergia Alimentaria: es una respuesta inmunológica anormal, son reacciones mediadas por IgE. Es el término utilizado cuando la sensibilidad alimentaria es probable con base inmunológica.

SINTOMAS DE ALERGIAS ALIMENTARIAS

Las manifestaciones son múltiples y pueden aparecer en cualquier sistema del organismo.
.- Gastrointestinales: cólicos, nauseas, vómitos, estreñimiento, prurito anal o faríngeo, dolor abdominal.
.- Nasales: congestión, prurito, rinorrea, estornudos.
.- Dermatológicos: urticaria, eczema, angioedema, eritema, prurito, pápulas, etc.
.- Respiratorios: rinitis, asma, tos, broncoespasmos, disnea, etc.
.- Oculares: edema, irritación, conjuntivitis, etc.
.- Sistémicos: cefalea, irritabilidad, fatiga crónica, hipotensión, anafilaxis.
.- Orales: edema labial, edema de la lengua, prurito en el paladar y zumbido en los oídos.

Existen alimentos que actúan como disparadores o desencadenantes de reacciones alérgicas inmunológicas (hipersensibilidad) o reacciones no inmunológicas (intolerancia). Por ejemplo la leche de vaca, trigo, huevos frescos, nueces, chocolate, etc., actúan como liberadores no inmunológicos de histaminas, induciendo síntomas similares a las reacciones mediadas por la IgE, estos pueden atribuirse a una acción tóxica o farmacológica causada por el alimento o por una deficiencia enzimática hacia ese alimento, por ejemplo intolerancia a la lactosa, reacciones hacia aditivos (tartrazina, sulfitos, etc.)




En el caso de una reacción alérgica, por supuesto que el primer paso es la historia clínica, en la cual se debe incluir  un diario dietético para la identificación del alimento sospechoso, cantidad ingerida del mismo, tiempo transcurrido desde su ingestión y la aparición de los síntomas, frecuencia de los mismos, episodios anteriores con síntomas similares y tiempo transcurrido desde la última vez.

Para la demostración del mecanismo inmune, el Alergólogo evaluará los resultados de la respuesta clínica a través de algunas pruebas.  

Después que la sensibilidad al alimento ha sido comprobada por el médico tratante, se debe iniciar un plan de alimentación diseñado y orientado por un nutricionista.

  1. Suministrar kilocalorías suficientes y necesarias para asegurar un adecuado crecimiento y desarrollo en niños y para alcanzar y / o mantener un peso corporal ideal o recomendado en adultos.
  2. Asegurar un adecuado aporte de nutrientes eliminando y sustituyendo alimentos con un valor nutricional equivalente, principalmente durante el periodo de evaluación del paciente en cuanto se sospeche una reacción adversa hacia una proteína alimentaría.
  3. Analizar la curva de peso y talla cuando se implementa un régimen dietético, particularmente en la evaluación y tratamiento del niño.
  4. Conocer la cantidad y calidad de alimentos que conforman su dieta básica a fin de dar una orientación nutricional adecuada al paciente atopico o inmunodeficiente.
  5. Controlar la aparición de síntomas posteriores a la sensibilización proteica.

Además se debe tener presente la memoria inmunológica, es decir, el tiempo que se tarda el organismo, una vez reconocida como dañina una sustancia, para poder reintroducirla en la dieta, sin que se produzcan síntomas. Esto puede ser debido al peso molecular del antígeno del alimento, por lo tanto a mayor peso molecular mayor tiempo de memoria. Por ejemplo: el trigo y la leche tienen un tiempo de memoria inmunológica de 2 años. El huevo de 1 a 2 años, los mariscos de 6 a 8 años.

Una vez que se reincorporen los alimentos, es importante rotar los alimentos y mantener una dieta balanceada. Evitando deficiencia nutricionales o una sensibilización por consumo excesivo de un solo alimento. Además no siempre es el alimento en si, a veces puede ser la forma de preparación (aditivos, preservantes, etc.)

Además se debe identificar la familia botánica de los alimentos alergenos ya que puede aparecer una reacción a ellos , por ejemplo: si un paciente es sensible al  maní, probablemente también lo será para las arvejas y vainitas. También puede estar dada ya que el organismo confunde un compuesto por otro de igual o parecida composición química, por ejemplo: la aspirina y los vegetales que contienen salicilados (espinacas).


ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN

El primer paso es identificar aquellos neonatos que tienen un alto riesgo de presentar una enfermedad alérgica en los primeros años de vida, (especialmente aquellos cuyos uno o los dos progenitores manifiestan algún proceso atópico)

El segundo paso es evitar la exposición a alergenos o adyuvantes potenciales, por lo tanto se recomienda:
a.- Favorecer la lactancia materna, que la madre evite los principales alergenos alimentarios y la administración de complementos con formula hipoalergénica, si es necesario durante los primeros seis meses de vida. Se recomienda que las madres que lactan eviten el consumo de maní y nueces ya que la proteína de estos alimentos alergenitos puede pasar a la leche materna y sensibilizar al niño
b.- Destetar con hidrolizado hipoalergénico con proteínas.
c.- Comenzar con alimentos sólidos después de los seis meses
d.- Al año de edad incorporar un alimento cada dos semanas (leche de vaca, soja, cítricos y maní)
e.- Retardar hasta los dos años la incorporación del huevo, pescado, trigo y frutos secos a la dieta del niño.
Y por último evitar la exposición a coadyuvantes ambientales específicos: padres fumadores, contaminación ambiental, leches maternizadas, retrasar la asistencia a la guardería.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Adkinson NF. The basic immunology of allergic diseases. Allergy Proc, 1990; 11(1):5-6

Bock SA, Sampson HA, Atkins FM,  et al. Double-blind, placebo-controlled food challenge (DBPCFC) as an office procedure: a manual. J Allergy Clin Immunol 1988;82 (6):986-997.

Burks AW, Mallory SB, Williams LW, Shirrell MA. Atopic dermatitis: clinical relevance of food hypersensitivity reactions. J Pediatric 1988; 113:447-451.

Businco L, Benincori N, Cantani A. Epidemiology, incidence and clinical aspects of food allergy.Ann Allergy. 1984 Dec;53(6 Pt 2):615-22

Mahan K, Krause. Food, Nutrition and Diet Therapy, 1992

Massicot JG. Cohen SG. Epidemiologic and socioeconomic aspects of allergic diseases. J allergy Clin Immunol 1986; 78(2):954-960

Schellenberg RR Adkinson NF. Assessment of the influence of irrelevant IgE on allergic sensitivity to two independent allergens. J Allergy Clin Immunol. 1979 Jan;63(1):15-22.

Samspson H. Modern Nutrition in Heath and Disease,  Capitulo 92 Diagnóstico y tratamiento de las alergias alimentarias en Schis M 1994 1745-1754.

Mataix J y Maldonado J. Capitulo55 Alergias alimentaria. En Mataix J (editor) Alimentacion y Nutrición Humana Tomo 2. Ediciones Globo, 2002

Warren Bierman Allergy Disease From Infancy to Adulthood, 1988

Willens et al, Annals Allergy 1993; 71:147-150