martes, mayo 14, 2013

Infertilidad

¿La infertilidad tiene un manejo nutricional? 


           La infertilidad es considerada como la incapacidad de concebir un hijo naturalmente después de un año de intentarlo, dentro de una sexualidad activa. Si bien las razones por las cuales se puede producir esta circunstancia, son muchas y muy variadas, se estima que el 35 % de  las veces es por razones relacionadas con el hombre, el 55 % con la mujer y el 10 % restante a causas inclasificables.  
La nutrición es reconocida como uno de los principales factores ambientales que afectan a la capacidad reproductiva. Las mujeres con bajo peso pueden tener trastornos menstruales y consecuentemente alteraciones de la ovulación que dificulta la consecución de un embarazo. Por otro lado, la obesidad y el sobrepeso alteran la capacidad reproductiva de las mujeres. Es evidente que el tejido graso (adiposo) juega un papel importante en el metabolismo de las hormonas sexuales y la obesidad en las mujeres parece afectar a la capacidad reproductiva. La probabilidad de embarazo espontáneo disminuye de forma lineal a medida que aumenta el Índice de Masa Corporal (forma de medir si existe exceso de peso corporal). 
Por todo esto, nuestra recomendación respecto a la alimentación para una mujer que se está planteando un tratamiento de fertilidad sería, intentar normalizar el peso corporal antes y durante el tratamiento de fertilidad con una dieta que aportara la cantidad de kilocalorías adecuadas al peso corporal de la mujer, asegurando el aporte mínimo necesario de todos los nutrientes (cualitativamente adecuada y equilibrada), para lo cual requiere un especialista en nutrición. Te invitamos a contactarnos! 
En casos de infertilidad - luego de ir a un especialista  se pueden tomar algunas previsiones y mejorar el estilo de vida. Tanto hombres como mujeres deben comenzar por intentar subir sus niveles de vitamina E, el germen de trigo la tiene en altas cantidades. 
Es conveniente realizar una dieta de depuración  con la intención de eliminar las toxinas en el organismo. En este caso, se recomienda beber muchos jugos y batidos preferiblemente cítricos y agua. 
Existen algunos trastornos hormonales  que están relacionados con la infertilidad entre ellos la resistencia a la insulina y el hipotiroidismo, los cuales tienen un manejo dietoterapéutico que te pueden ayudar a corregirlo,  si es tu caso,  como lo dijimos anteriormente, te sugerimos que nos contactes. 
Por otra parte, y en relación con la infertilidad masculina, es recomendable para los hombres consumir zanahoria y jengibre a menudo. Sobre todo si sufren de oligospermia (bajo conteo de espermatozoides).  El ácido fólico y la Carnitina también puede mejorar este aspecto. 
El ácido fólico está presente en   vegetales de hojas verdes, frutos secos,… A pesar de una dieta completa, se recomienda  que ambos (hombre y mujer) tomen 5 mg/dia como mínimo un mes antes de la concepción. 
  
El yodo es otro mineral fundamental  por lo que además de asegurar el consumo de sal yodada y fomentar el consumo de pescado de origen marino, se recomienda un suplemento en torno a 200 microgramos diarios como mínimo un mes antes de la concepción y mantenerlo durante todo el embarazo y la lactancia. 
Respecto al Hierro, dada la gran frecuencia del déficit del mismo en las mujeres en edad fértil, se recomienda analizar las reservas de la mujer que desea un embarazo y suplementarlo si es necesario. 
Otras medidas nutricionales que Ud. podría intentar sin riesgo, sería restringir el alcohol y el cigarro.  Los fumadores están expuestos al cadmio que contiene el papel del cigarro, y el cadmio es antagonista del zinc; esto puede entonces provocar una deficiencia del mismo. La bioquímica nos ha enseñado que el cadmio interfiere con la absorción y la utilización del zinc. No hay que olvidar que el cadmio también existe como un veneno industrial o como un contaminante. Al impedir la absorción y la utilización del zinc, el cadmio provoca disminución en los niveles de zinc en los testículos y es cuando se convierte en un factor importante en la infertilidad masculina. 
El zinc es necesario para la formación del esperma activo y las secreciones de la próstata. También las secreciones vaginales son altas en el contenido de zinc. En la formación final del esperma activo, el zinc es firmemente enlazado dentro de la queratina de la cola del espermatozide. Esta queratina es parecida a la capa de queratina de la piel, la cual contiene y necesita zinc para una formación adecuada. El zinc en ambos casos está firmemente unido desde el punto de vista químico al azufre reducido en forma de grupos sulfihidrilos (por lo que el consumo de huevo es favorable). Esta queratina en el espermatozoide tiene importancia para la movilidad activa. 
El contenido normal mineral del esperma es el siguiente: zinc 20 mg por ciento, cobre 0.05 mg por ciento, sodio 281 mg por ciento (por eso sabe salado), calcio 25 mg por ciento, potasio 89 mg por ciento, magnesio 14 mg por ciento y azufre 3 por ciento de la ceniza. 
La medicina ortomolecular, descubierta por el premio nóbel, el Dr. Linus Pauling, nos ha confirmado durante todos estos años que la deficiencia de zinc está relacionada con niveles disminuidos de testosterona, bajos conteos de espermatozoides y una movilidad pobre de los mismos. Varios estudios usando suplementos de zinc en hombres infértiles han mostrado una mejoría en la producción del esperma.  
Pero atención, el uso a largo plazo del zinc puede interferir con la absorción y la utilización del cobre y se sospecha que su deficiencia puede ser un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares. Por eso es muy importante no ingerir, sin supervisión médica más de 150 mg de zinc al día. Se sabe que una dosis de 300 mg o más puede alterar la función del sistema inmunológico. 
Otro de los nutrientes que puede ayudar a mejorar la fertilidad masculina es la L-arginina. La  deficiencia de este aminoácido puede causar una movilidad y un conteo de espermatozoides disminuidos. No queda claro  si la administración oral de complementos de la L-arginina es útil cuando no hay deficiencia. La dosis promedio diaria es de 2 a 4 gramos. En caso de que el paciente sufra de problemas renales o hepáticos, es indispensable que la arginina se tome solamente bajo la supervisión de un médico.  
La vitamina C, en forma de ascorbato de calcio, en dosis altas, también ha sido usada con éxito para prevenir la aglutinación de los espermatozoides y mejorar la calidad de los mismos. Debido a que la vitamina C actúa como un antioxidante, puede prevenir el daño en los espermatozoides dentro del cuerpo.