lunes, septiembre 07, 2015

Nutrición, Genes y Salud.

Nutrición, Genes y Salud.
   Si te alimentas de forma balanceada y adecuada o por el contrario te excedes y no combinas adecuadamente los nutrientes,  esto puede afectar el estado nutricional y  se verá reflejado en la incidencia de varias enfermedades.
Con la aplicación de las técnicas de biología molecular y el éxito del proyecto del Genoma Humano, hasta la fecha se han identificado al menos, 10000 genes humanos causantes de enfermedades.
Algunas enfermedades como la obesidad, enfermedad cardiovascular, diabetes,  y  el cáncer  tienen un componente genético o hereditario (término que muchas veces usamos como sinónimo) y puede acelerarse o retrasar su aparición según los factores ambientales, donde la nutrición y el estilo de vida juegan un papel importante.
Las diferencias fenotípicas del ser humano en salud y enfermedad se deben principalmente a esta diversidad e individual genética propia de todos los miembros de la especie, y de forma también importante a las diferentes experiencias ambientales de cada uno. Y esta variabilidad genética individual es un determinante crítico de los distintos requerimientos nutricionales.
Así el uso de diferentes técnicas moleculares ha permitido la identificación de marcadores de diferente tipo (polimorfismos de largo de los fragmentos de restricción, marcadores de microsatélites, polimorfismos de un solo nucleótido), que frecuentemente se utilizan para el desarrollo de la cartografía cromosómica, y que van a permitir seleccionar individuos susceptibles a dietas específicas.
La industria alimentaria tiene la oportunidad de utilizar los componentes bioactivos de los alimentos para mejorar la salud y evitar las enfermedades teniendo en cuenta la constitución genética de los consumidores , esta nueva era de la nutrición molecular, interacciones genes – nutrientes, puede crecer en diversas direcciones, aunque hay dos esenciales. De una parte el estudio de la influencia de los nutrientes sobre la expresión de genes (nutrigenómica) y de otra conocer la influencia de las variaciones genéticas en la respuesta de organismo a los nutrientes (nutrigenética).
La genómica nutricional establece como principal objetivo aportar el conocimiento que permita hacer un diagnóstico y establecer un tratamiento nutricional, basado en el genotipo individual mediante dos ramas principales: nutrigenética y nutrigenómica.
Vamos a dar algunos ejemplos para entender mejor esto: la nutrigenómica estudia el papel de los ácidos grasos poliinsaturados en la expresión genética de su oxidación y utilización de energía. Así al incluir estos ácidos grasos en la dieta directa o indirectamente regulan la expresión de la información genética.  Mientras que la  nutrigenética ofrece la posibilidad de personalizar la nutrición de acuerdo con la constitución genética de los consumidores, el ejemplo sería: los individuos con diferentes valores de colesterol sérico y presión arterial por variaciones genéticas, aún con dieta estándar.
Estas variaciones individuales se dan como polimorfismos, definidos como la diferencia en la secuencia del ADN en individuos, que pueden determinar el estado de salud y que se presentan en más del 1% de la población.
Las recomendaciones de ingestión de nutrientes pretenden cubrir las necesidades del 95% de la población sana; sin embargo para la realización de recomendaciones individualizadas; la complejidad aumenta y se requiere de información de subgrupos con perfiles genéticos diferentes y sus interacciones con las dietas. Estos resultados están actualmente disponibles en relación con algunos genes y sólo para pocos nutrientes.
La importancia de estas investigaciones radica en que abren una vía para mejorar por ejemplo el tratamiento de la obesidad, según su perfil genético, se ha demostrado que la alteración de un determinado gen (receptor adrenérgico beta 2) hace que la persona que sufre dicha alteración engorde si no hace ejercicio con regularidad . Si identificamos pues este defecto genético en un determinado paciente obeso, deberemos resaltar en un tratamiento la realización de ejercicio por encima de la limitación de grasas, ya que la causa principal de su obesidad sería la falta de ejercicio.
Igualmente y por lo que respecta a la metabolización de los distintos nutrientes, la base genética hace que cada persona metabolice de forma diferente las proteínas, los carbohidratos y las grasas; se ha demostrado que ciertas personas sufren mutación en el gen PPAR deben limitar la ingesta de grasas, de esta forma se preferente modificar otros hábitos para tratar su obesidad de forma más efectiva. De esta manera sabremos de antemano cual será la mejor estrategia terapéutica (dieta muy hipocalórica, dieta pobre en grasas o dieta pobre en  carbohidratos) y cuál es la mejor combinación (dieta + ejercicio, dieta + medicamento).
Se estima que más de un 30% de los casos de obesidad tienen base genética. Además dentro de los casos de sobrepeso límite, una gran mayoría entraría dentro de los polimorfismos llamados ahorradores de energía, es decir, aquéllos perfiles que de alguna manera las calorías las aprovechan más o dicho de otra manera que su metabolismo está más adaptado para épocas de carecía a fin de poder almacenar la energía en forma de tejido graso.
Habría que individualizar cada caso, con el análisis de 3 gotas de sangre que se depositan en una tarjeta específica, para que el laboratorio identifique los genes específicos de los polimorfismos analizados (INSIG2: En caso de personas con familiares con sobrepeso, MC4R, ADRB2: cuando se incrementa de peso fácilmente con dietas libre en carbohidratos y que responden mal a la actividad físico-deportiva, APOAV: cuando se responde bien a la dieta baja en grasa, estando asociado con mayor riesgo cardiovascular, GNB3).
Como no es del todo accesible hacer estas pruebas en laboratorios comerciales aún, los nutricionistas seguimos trabajando con la valoración de la historia clínica-nutricional, que abarque Antecedentes personales y familiares, historial de dietas, administración de complementos o suplementos, intolerancias y alergias alimentarias , así como, la valoración antropométrica como peso, talla, %grasa corporal, circunferencia de cintura o abdominal, %Peso/Talla, masa magra, masa grasa, peso ideal, etc. En síntesis el ABCD de la Nutrición.